Como verán podemos comportarnos de forma moralmente correcta en relación
con determinadas concepciones del bien moral, es decir, en relación con
determinadas normas y códigos morales para nosotros valiosos, o bien, en el
otro extremo, podemos comportarnos de forma inmoral con respecto a ellos, pero
estructural-mente hablando, no existe ninguna persona que se encuentre situada
“más allá del bien y del mal”
Lo cual Esto significa que ante
el hecho moral, por más que queramos, no podemos ser indiferentes: somos seres
morales tanto porque nos apegamos a cierta moral como porque nos apartamos de
ella e ahí nosotros la ética la conocemos como ambigüedad humana.De este
término supone que el hombre no está programado para llegar a ser de una sola
forma, sino que puede optar por varios caminos, por ello es un ser indeterminado,
ambiguo y contradictorio.
Esto consiste en un trayecto,
que se traduce en el esfuerzo permanente por llegar a ser más humano;
pero en este proceso, el hombre sigue dos caminos: ... nace con la posibilidad
de hacerse más humano: desarrollar sus potencias, crecer hacia el bien, o
hacerse menos humano: descuidar sus potencias, abandonar su crecimiento. El
hombre se humaniza o se deshumaniza a lo largo de su existencia. Hay seres
humanos mejores y otros peores... Así, en cuanto a nuestro ser, hemos de advertir
que somos racionales e irracionales, individuales y comunitarios, capaces de
amor y de odio, de alegría y tristeza. Y debido a que llevamos los contrarios
en nosotros, valoramos, diferenciamos, establecemos el “bien” y el “mal”. La
valoración proviene de la condición contradictoria del hombre, esta última es
el fundamento que hace posible todos los valores que creamos... No podemos
vivir sin valorar. El hombre, entonces, considerado desde su propia naturaleza,
es un ser ambiguo y contradictorio por excelencia. Potencial y
con-sustancialmente contiene en sí la posibilidad de humanizarse o
deshumanizarse, puede tender hacia el bien o hacia el mal, abonar a su
perfeccionamiento moral o abandonarlo, por ello, se dice que es un ser
contradictorio y ambiguo, ya que incluye en su ser la doble posibilidad de
desarrollar el bien y el mal, es decir, los contrarios que potencialmente hay
en cada uno de nosotros. Y dado que no podemos vivir al margen de ésta nuestra
humana condición, que consiste en vivir valorando siempre: La historia ofrece
el testimonio de la presencia de los valores del hombre humanizado, aunque
sobre todo lo ofrece de su ausencia y su indudable rareza; éstas son
consecuencia de dos signos irreductibles de la libertad: la decisión y el
esfuerzo. En el hombre están sin duda los impulsos dominantes del odio, la
destrucción, la crueldad y el sufrimiento, del inagotable poder de
irracionalidad y malignidad, de auto negación de la libertad y dignidad
humanas; males, todos, de los que sólo el hombre es capaz. Pero también en la
misma naturaleza humana, en su ambigüedad constitutiva, están obviamente los
poderes contrarios, creadores del homo humanus.
Tema 1 Terminado😃
Este habra de como el hombre se comporta entre el bien y el mal de su naturaleza 😁
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